jueves, 31 de enero de 2013

Capitulo 9. El discurso del presidente

Un buen día, el presidente fue a dar un discurso en la clínica donde estaban todos los afásicos (personas que sufren trastornos en el lóbulo temporal izquierdo), éstos no paraban de reírse, y es que a una persona que padece de afasia no se le puede mentir con palabras porque no las entienden, ellos se fían de lo gestos, del tono de voz… para entender lo que se les está diciendo, y el presidente mentía tanto con sus palabras (ya que es muy fácil) pero con los gestos no les podía mentir (porque resulta muy difícil ya que salen sin ser “pensados”). En el libro hace la comparación entre un perro y un afásico, dice que en este caso los dos son muy parecidos porque ninguno entiende de palabras y se guían por los gestos. Más tarde nos habla de lo pacientes con agnosia total (pacientes (tienen trastornado el lóbulo temporal derecho) totalmente opuestos a los que padecen afasia porque carecen del sentido de la expresión y del <<tono>>, pero que conservan la capacidad de entender las palabras) que en el discurso sólo podían fijarse en los movimientos del presidente, y aquí el caso de Emily D. que estaba perdiendo la vista muy rápidamente y no podía concentrarse tanto como antes en los movimientos, ella propuso que los que hablasen con ella lo hiciesen en prosa, el presidente no hablaba en prosa, por tanto, no convenció a Emily. A todos los seres humanos se nos puede engañar con las palabras mientras que a los afásicos o a las personas con agnosia total no se les puede engañar ni conmover tan fácilmente.

Capitulo 8. ¡Vista a la derecha!

Trata de la señora S. que no sentía el lado izquierdo de su cuerpo ni de su rostro, ella sólo comía la mitad del plato de comida o sólo se maquillaba la mitad derecha de su cara (padecía de hemidesatención) pero esto se acabó cuando a la señora S. se le ocurrió ponerse una silla de ruedas giratoria y dar vueltas hasta encontrar la parte izquierda, después el Dr. Sacks le puso una cámara de vídeo para que viese el lado izquierdo de su cara como si fuese el lado derecho pero no resultó porque era muy incómodo debido a que la señora S. no sentía nada en su lado izquierdo.

Capitulo 7. A nivel

Cuenta que un señor llamado MacGregor se inclinaba hacia el lado izquierdo pero él no se daba cuenta, este señor fue a la clínica St. Dunstan's y fue atendido por el Dr. Sacks, entre los dos vieron el problema y hablaron sobre el nivel que tiene el cerebro, del que carecía el Sr. MacGregor porque tenía parkinson y esta enfermedad afectó a dicho nivel, a este señor se le ocurrió ponerse un nivel fuera del cuerpo y cerca de la vista para poder ver cuando se inclinaba y corregirlo, y él y el Dr. Sacks se pusieron a trabajar en esas “gafas con nivel”, el experimento funcionó perfectamente, al principio era algo incómodo pero luego ya miraba el nivel automáticamente. Más tarde, muchos otros pacientes que tenían parkinson las usaban.

Capítulo 6. Fantasmas

Empieza con la distinción de varios tipos de fantasmas que hizo el señor Weir Mitchell; éste dijo que habían muchísimos tipos y citó los más importantes como: espectros sensoriales, unos que eran muy reales, dolorosos, también habían indoloros, otros que parecían replicas de lo perdido…. Más tarde cuenta algunas historias que han sucedido y que contienen en ellas “objetos fantasmas” como la del dedo (un marinero perdió un dedo y su dedo le persiguió muchos años hasta que a este paciente contrajo una neuropatía diabética sensorial grave y perdió la sensación de poseer dedos en ese momento el dedo fantasma desapareció), fantasmas posicionales (cuenta la historia de Charles D. que se caía muy a menudo porque sentía que su pierna (bueno la que le habían puesto) cada vez era más larga y luego corta, delgada y luego ancha y sino fijaba la vista en los pies se caía) y contó muchas historias de pacientes a los que le sucedían cosas con sus miembros fantasmas.

miércoles, 23 de enero de 2013

Capitulo 5. Manos

Madeleine J. ingreso en el hospital en 1980 a la edad de sesenta años. Tenia ceguera con parálisis cerebral y la habían cuidado durante toda su vida.
Al conocerla el doctor Sacks se dio cuenta de que era mujer culta y no con cierto retraso como el pensaba. No sabia Braille, en si no entendía porque no era capaz de utilizar las manos y pensó que quizás al haberla atendido durante toda su vida no tuvo la necesidad de utilizar las manos, los brazos en si.
Sacks llego a la conclusión  de que la habían impedido explorar el mundo con sus propias manos en las primeras semanas y meses de vida, y se preguntaba si a la edad de sesenta años seria capaz de obtener esa percepción en las manos.
Como con un niño pequeño  poco a poco la alejaban un poco la comida sin matarla de hambre y un día extendió su brazo y cogió un corrusco de pan, empezó a identificar cosas, a aprender como eran los distintos objetos cotidianos y con el tiempo a poder caracterizar a la gente.
Sus manos llegaron a estar cargadas de una sensibilidad y animación inexplicables.

Capitulo 4. El hombre que se cayó de la cama

Un joven que acababa de llegar al hospital se había caído de la cama y estaba aterrado, no quería volverse a la cama, llamaron al doctor Sacks que todavía era estudiante de medicina, y hablando con el joven le decía que le habían colocado una pierna muerta y fría en la cama y que al querer tirarla al suelo, el fue detrás.
El doctor Sacks le explico que esa pierna era suya, pero pensaba que era una broma, no se lo creía o no quería creérselo y ya el doctor Sacks le dijo: entonces, ¿donde se encuentra su pierna izquierda? a lo que el joven aterrado y perplejo dijo: no lo se...
El joven había tenido una perdida completa de conciencia de una extremidad hemiplejica.

Capitulo 3. La dama desencarnada

Christina es una mujer completamente normal de 27 años, con dos hijos y se ha dado cuenta de que tiene piedras en la vesícula y quiere extirpársela.
En el hospital la recetaron antibióticos hasta que la operaran y, a los días empezó a perder la voluntad de su cuerpo, como si no pudiera mover las partes de su cuerpo libremente, solamente era capaz de mover las piernas si las miraba y se movía torpemente, cayéndose la mayor parte del tiempo. Los médicos se dieron cuenta de que había perdido la "propriocepcion" que era como decía Sherrington su descubridor, el sexto sentido que es imprescindible para que el individuo tenga un sentido de si mismo.
A Christina le llevo un año de rehabilitación recuperarse (y solo parcialmente) ya que no podía expresarse, la  mirabas la cara y no veías expresión ninguna. Este síndrome se ha descubierto en mas gente y la mayoría de ellos poseían una gran cantidad de vitamina B6 (piridoxina).

domingo, 13 de enero de 2013

Capitulo 2. El marinero perdido

En este capítulo se narra la historia de Jimmie G, un hombre el cual tiene el síndrome de Korsakov, provoca en el paciente una grave perdida de memoria y este síndrome se produce por el abuso de alcohol. http://psicologia.laguia2000.com/psicologia-clinica/sindrome-de-korsakoff
Jimmie piensa que todavía estamos en 1945, que sigue en la Marina y que su hermano acaba de encontrar a la mujer de su vida. El neurólogo Oliver Sacks investiga el por que de que no recuerde mas allá de 1945 pero no consigue nada, solo se da cuenta de que Jimmie es un hombre muy inteligente capaz de resolver ecuaciones y rompecabezas fácilmente, pero no problemas de larga duración ya que debido al síndrome que padece se le olvida completamente. Sacks debido a los test y preguntas que le hacia llego a la conclusión de que no tenia alma ya que decía que no se sentía vivo, que hacia mucho que no se sentía vivo.
Se lo pregunto a las monjas del centro y le dijeron que fuera a la capilla donde vio a Jimmie recibir la comunión tan concentrado, poniendo tanta atención, estaba absorbido por un sentimiento y Sacks recordó las palabras de Luria: "Un hombre no es solo memoria. Tiene sentimiento, voluntad, sensibilidad y/o moral"

miércoles, 9 de enero de 2013

Capitulo 1. El hombre que confundió a su mujer con un sombrero

El primer capitulo nos habla del Doctor P. Un músico que paso a ser profesor de música en la escuela estatal. Con los años se dieron cuenta de que su vista fallaba, no reconocía a sus alumnos ni a su mujer ni amigos, solo los reconocía por su voz, en el momento en el que hablaban era capaz de distinguirlos. Le mandaron al neurólogo porque no era un problema de vista, sino del cerebro. El señor Sacks se dio cuenta de que era capaz distinguir las cosas cantando, si lo interrumpían mientras cantaba se quedaba bloqueado, como si estuviera ciego, pero gracias al oído o al olfato, volvía a cantar y en ese momento es como si fuera capaz de distinguir todo. Lo mas gracioso del Doctor P. fue que intento ponerse la cabeza de su mujer como sombrero, ya que no distinguía a las personas, solo a algunas por rasgos muy muy característicos de dichas personas. http://www.portalesmedicos.com/diccionario_medico/index.php/Agnosia

lunes, 7 de enero de 2013

Tema del libro, El hombre que confundió a su mujer con un sombrero

Este libro se convirtió inmediatamente en uno clásico y consagro a su autor como "uno de los grandes escritores clínicos del siglo" ( The New York Times). En el narra veinte historiales médicos de pacientes perdidos en el extraño mundo de las enfermedades neurológicas: individuos aquejados por inauditas
aberraciones de la percepción  que han perdido la memoria, que son incapaces de reconocer a sus familiares o los objetos cotidianos, a los que Oliver Sacks retrata con pasión humana y gran talento literario, sinopsis
Este libro nos permite adentrarnos en el mundo neurológico y de las enfermedades mentales a través de unos relatos amenos de casos particulares, y en ocasiones sorprendentes  el doctor Sacks nos muestra el formidable poder de nuestra mente y su delicado equilibrio.

Oliver Sacks, biografia


Oliver Sacks nació en 1933 en Londres, Inglaterra en una familia de médicos y científicos (su madre era un cirujano y su padre un médico general). Obtuvo su título de médico en la Universidad de Oxford (universidad de la reina). Desde 1965, ha vivido en Nueva York, donde es un neurólogo practicante. Desde 2007 hasta 2012, se desempeñó como profesor de Neurología y Psiquiatría de la Columbia University Medical Center, y fue designado como el primer artista Universidad Columbia Universidad. Dr. Sacks es actualmente profesor de neurología en la Escuela de Medicina de NYU, donde practica como parte de la Universidad de Nueva York Centro Integral de Epilepsia.

En 1966, el Dr. Sacks empezó a trabajar como un neurólogo consultor para Beth Abraham Hospital en el Bronx, un hospital de atención a enfermos crónicos donde se encontró con un extraordinario grupo de pacientes, muchos de los cuales habían pasado décadas en estados extraños, congelados, como estatuas humanas, que no pueden iniciar el movimiento. Reconoció a estos pacientes como los sobrevivientes de la gran pandemia de la enfermedad sueño que había barrido el mundo desde 1916 hasta 1927, y los trató con una droga experimental entonces, L-dopa, lo que les permitió volver a la vida. Se convirtieron en los temas de su libro Despertares.
Sacks es quizás mejor conocido por sus colecciones de historias clínicas de las fronteras lejanas de experiencia neurológica, El hombre que confundió a su mujer con un sombrero y un antropólogo en Marte, en el que describe los pacientes que luchan por vivir con enfermedades que van desde el síndrome de Tourette con el autismo , parkinsonismo, alucinación musical, la epilepsia, el síndrome del miembro fantasma, esquizofrenia, retraso, y el Alzheimer.


El trabajo de Sacks  ha sido apoyado por la Fundación Guggenheim y la Alfred P. Sloan Foundation, aparece regularmente en el New Yorker y el New York Review of Books, así como diversas revistas médicas. The New York Times se ha referido al Dr. Sacks como "el poeta laureado de la medicina", y en 2002 fue galardonado con el Premio Lewis Thomas en la Universidad Rockefeller, que reconoce el científico como poeta. Él es un miembro honorario de la Academia Americana de las Artes y las Letras y de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias, y tiene títulos honoríficos de varias universidades, como Oxford, el Instituto Karolinska, Georgetown, Bard, Gallaudet, Tufts y la Universidad Católica del Perú.
Aquí tienen un enlace a su pagina web por si necesitáis mas datos sobre Oliver Sacks: http://www.oliversacks.com/